INNOMADERA busca transformar el sector de la madera mediante la identificación de líneas de mejora e innovación del modelo de negocio de sus empresas y plantear líneas de acción a nivel sectorial.
InnoMadera es un proyecto de ADEMAN, financiado por el Servicio Navarro de Empleo, adscrito al “Programa para el desarrollo de perfiles profesionales estratégicos y la incorporación de perfiles profesionales en las pymes de Navarra, así como para la realización de acciones de sensibilización empresarial”.
En el último post publicado sobre InnoMadera hacíamos referencia al trabajo realizado con las 10 empresas participantes y al hecho de que el proyecto nos ha permitido, como valor añadido, conocer algunas problemáticas específicas del sector de la madera que, en buena medida, están afectando a la situación de las empresas. De hecho, en las reuniones y entrevistas mantenidas con las empresas, muchas de las problemáticas empresariales analizadas se inscribían en la evolución más general del sector. Lo cual nos lleva a pensar en la necesidad de recoger, plantear y trabajar estas problemáticas como ENTIDAD que representa a una mayoría de empresas de nuestra actividad. Un sector, además, vinculado a lo “rural” y al mantenimiento de actividad en las zona menos pobladas en línea con la estrategia del Gobierno de Navarra y de la propia Comisión Interdepartamental de Lucha contra la Despoblación.
VALORIZACIÓN DE LA MADERA
Una de las primeras cuestiones planteadas por las empresas es la falta de valoración de la “madera”, como materia prima (natural, orgánica…vinculada con la”bioeconomía circular”) y, por tanto, del trabajo, y de la actividad (conocimiento, los procesos, el esfuerzo…), que realizan con tal material en comparación a otras materias primas menos sostenibles y apenas vinculadas con el territorio. Esta falta de valoración ocurre en toda la cadena de valor del sector y demanda, en nuestra opinión, una estrategia específica con el objetivo de ir fomentado nuevos valores, actitudes y opiniones (sostenibilidad social, económica y ambiental, valoración de la industria local, del producto…) sobre la madera y su industria de transformación entre la ciudadanía, en el propio sistema educativo o en la propia administración.
La «tala» de árboles se asocia, únicamente, a la destrucción del planeta y del propio ecosistema, cuando, por el contrario, la gestión sostenible de los bosques permite generar una materia prima orgánica con menor impacto ecológico (huella de carbono) que otros materiales. Esta mala “fama” de la madera es resultado de diferentes lógicas y procesos sociales y de mercado en favor de otros materiales en un contexto cada vez más global, competitivo y cambiante.
FALTA DE PROFESIONALES CUALIFICADOS
En la línea con lo anterior, la mayoría de empresas (que no superan los 20 trabajadores/as) tienen problemas para encontrar a profesionales cualificados (o semi-cualificados) para trabajar en el sector. Se trata de una problemática adscrita a la transformación más global del sector (nuevos materiales industrializados de madera), a la desaparición de una parte de la industria de transformación (carpinterías) y a la competencia de otros sectores industriales más reconocidos.
El relevo generacional en diferentes puestos de trabajo de algunas de las empresas del sector parece, por lo analizado, no estar asegurado, precisamente, por la falta de personas dispuestas a desarrollar una trayectoria laboral en el sector y genera un escenario de futuro, a medio plazo, a tener en cuenta, al menos. Pues, como también afirman, al tratarse de un material específico, natural, necesita un cierto conocimiento y un tratamiento diferente que, en cierta medida, en Navarra se está tratando de trabajar desde el Sistema de Formación Profesional (FP Grado Medio “Construcción con Madera” impartido en Donibane) y desde las Enseñanzas Universitarias (Cátedra de la Madera – Facultad de Arquitectura de la Universidad de Navarra).
Más allá de esta situación, las diferentes empresas, ubicadas en todos los ámbitos de la cadena de valor, tienen problemas significativos a la hora de buscar profesionales. Y, evidentemente, el desarrollo del sector sin nuevos profesionales resulta muy complicado ante la amenaza de otros sectores industriales (el “metal”, por ejemplo) con mejores condiciones socio-laborales para las personas jóvenes.
EL FUTURO
Ambas problemáticas suponen el punto de partida de otras cuestiones sectoriales definidas, específicamente, en el Informe correspondiente donde también se plantearán líneas de actuación. Estas líneas de actuación responderán, en buena medida, a la necesidad de generar sinergias entre empresas, administración pública, centros de formación o ciudadanía, para la deseable (al menos…) puesta en marcha de un cierto plan de trabajo y la consiguiente obtención de resultados. No obstante, el proyecto ha puesto de manifiesto la existencia de una cierta desestructuración del mercado (y de las estrategias empresariales) producida por la inevitable “globalización” de la oferta, por el incremento de la competencia, asociada a nuevos productos, y por la propia dinámica de las empresas, ligada a su supervivencia, después de la crisis de 2009-2013, ante la falta de una cierta planificación sectorial (y empresarial) por parte de las Instituciones que, en la actualidad, deberían valorar ante las necesidades más específicas de un sector tan importante para nuestra Comunidad.